miércoles, 14 de diciembre de 2016

                                                    CULTURA Y TRADICIÓN











Algo que nos caracteriza y nos sentimos orgullosos es que conservamos nuestra
lengua materna aunque esta solamente se hable en la cabecera municipal, por el
número de hablantes podemos decir que no está en peligro de perderse, pero si es
necesario implementar acciones ya que para su preservación, sobre todo los niños
muchas veces se les hace más fácil mezclar el zapoteco con el español.
Conservamos también costumbres y tradiciones heredadas por nuestros ancestros
como el Día de Muertos o las fiestas de "Los Difuntos" ocupan un sitio primordial y
ancestral en cada una de las familias y las comunidades. No se puede tener "plena
conciencia" de la vida, si no se tiene conciencia de la muerte. Vida y muerte son las dos
partes de un todo indisoluble y dialéctico. Para los antiguos mexicanos, la vida era el
espacio limitado, la oportunidad deseada para acceder a la "vida eterna”. Es por ello
que los coatecanos acudimos ocho días antes de la fiesta de muertos a Mitla a invitar a
nuestros muertos a que vengan a nuestro hogar en su fiesta y para celebrar esta fecha,
empiezan desde una semana antes del día para hacer los preparativos, como son: el
apartado del pan, recolección de biruxe (flor para adorno de altar) para la elaboración
del arco en el altar, mesas, sillas, manteles para las mesas. En los últimos días de la
preparación de la fiesta se elabora el arco y se compran flores, eso le compete al
esposo, en lo que respecta a las mujeres: ellas se ocupan de la elaboración de los
tamales, chocolate y mole.

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